EL ALMA DE FINCA BEE COOL

Originario de León, a Luis desde siempre le han apasionado los árboles y los animales, la Naturaleza en su forma más genuina. En su juventud, y para transmitir su amor por la Naturaleza a los más jóvenes, trabajó como monitor y coordinador de tiempo libre con los boy Scouts de Léon. Durante más de 30 años se ha dedicado a la fotografía profesional, conjugada con su otra pasión a modo de hobby. 
Su sueño desde el momento en que adquirió un terreno para su primer caballo en 2000 era montar una granja escuela. Finalmente, la finca se convirtió en una granja en la que tenían cabida caballos, ovejas, cabras, conejos, patos, gansos, gallinas y demás aves de corral. Igualmente, la granja ofreció el espacio idóneo para hacer realidad su sueño visionario de creación de huertos ecológicos en 2004 en una época en la que no estaban en desarrollo y prácticamente nadie había oído hablar de ellos.
En 2006, gracias a uno de los hortelanos se interesa por la apicultura y hace varios cursos profesionales en Marchamalo, Guadalajara. De modo que, esta finca, que no fue concebida como una granja escuela al uso, se fue enfocando al mundo de las abejas, tan necesarias para nuestra vida y hoy especie amenazada. 
El interés por las abejas coincide con el de su esposa, quien desde pequeña vivió la experiencia en Francia, su país natal, a nivel educativo, ya que esta temática está incluida en todos los programas de educación infantil y primaria del país galo. 
Tras la pandemia, el matrimonio decide entonces emplearse a tiempo completo en la tarea de concienciar desde la educación e intentar a su escala transmitir su pasión tanto por la apicultura como por los cultivos ecológicos, creando para ello Finca Bee Cool.